Marta es una periodista experta en tecnologia, redes y criptología, inspiradora del CryptoParty Berlín Handbook, directora de la sección de cultura de ElDiario.es, co-creadora de Elástico, un colectivo activista donde ella codirige el Proyecto CopyFight. Es una de las más importantes voces críticas en nuestro país (y más allá) con los traficantes de datos y el control gubernamental (de cualquier gobierno).
En 2015 publicó El pequeño libro rojo del activista en la Red, un manual imprescindible para conseguir comunicaciones confidenciales, básico en el trabajo de los periodistas, con prólogo de Edward Snowoen. Su periódico publicó una amplia entrevista con motivo de su publicación.
En la entrevista, responde sobre la capacidad de la NSA de espiarnos: «Hay varias cosas: la mayor parte de las infraestructuras de Red (servidores y demás) que usamos en España pertenecen a empresas norteamericanas. Esto significa, entre otras cosas, que toda esa información está regulada por legislación norteamericana. Por tanto, nosotros, españoles, tenemos los mismos derechos que el nigeriano sin papeles de diecisiete años que acaba en un centro de detención. De hecho, su propia legislación anima a las autoridades a vigilar a extranjeros. El gran escándalo en Estados Unidos ha sido que estas agencias estaban vigilando ¡a ciudadanos norteamericanos! El gran problema de la NSA es que tienen la tecnología adecuada para irse de madre, y se van de madre».
En sus declaraciones creo entender un cierto matiz ideológico izquierdista, pero no sé distinguir si es simplemente que defiende la preeminencia del individuo frente a gobiernos y empresas, y no tanto frente al poder o el Capital. De cualquier manera tiene mucha razón en lo que cuenta.
Mi primer contacto con Marta fue por su conferencia TED, más de 2.200.000 visualizaciones en Youtube, que considero obligatoria:
Este año ha publicado un magnífico libro, El enemigo conoce al sistema, que he leído. Aporta una historia de cómo nuestra percepción está condicionada y manipulada, comenzando por los aromas que nos llegan cuando llegamos a un sitio, y por la información que llega a nuestras pantallas.
Personalmente, con su lectura me he dado cuenta de qué tipo de trampa he construido a mi alrededor con las herramientas del sistema. En mi caso, pasarme horas leyendo información de múltiples fuentes y creer que por ello estoy más enterado de lo que realmente pasa, trocando cantidad por rigor, análisis y profundidad. Siempre he sido lector compulsivo, como muchos de los lectores de este blog, pero realmente en los últimos años la cantidad de libros que leo cada año ha ido declinando.
En una conferencia reciente, marzo 2019 en la Fundación Ruiz-Funes, aporta datos comunes con el libro pero profundiza en otros, como los algoritmos de reconocimiento de caracteres:
Cerca del final expresa una idea que me parece brutal: «En los Grupos de Facebook lo único que puede pasar es que te manipulen». No suelo dedicar tiempo a las redes sociales, pero lo poco que las he usado he podido comprobar cuán adictivo es mirar lo que hacen los demás.
Es un lujo que contemos en nuestro país con periodistas como Marta. Próximamente en el Sónar+D 2019 en Barcelona, tiene una conferencia el miércoles 17.