Dr. Armando Molina Betancor Junio 2019
Recordamos el guión sobre Privacidad que estamos siguiendo:
Entiendo que existen dos motivos de adicción a las redes:
a. Observar vidas ajenas
b. Expectación de likes en lo que compartes de la tuya
Soy miembro de varios foros de tecnología y frikadas varias, pero siempre con Nick anonimizante y sin contar información propia salvo la isla en la que vivo. Pocos datos personales entrego por esta vía.
Pero abrí página en FaceBook hace muchos años durante el enganche al CandyCrush como forma de obtener más vidas (con poco éxito). Cuando me enfrenté al proceso de entrega voluntaria de información más o menos íntima que significa crear una cuenta en esta red social, me surgieron las mismas dudas que a cualquiera: ¿cuánta verdad cuento?¿cuanta mentira?
Se me ocurrió probar a «saturar» el sistema. Se supone que si quieres visibilidad debes contar dónde estudiaste y al menos la ciudad en la que vives (que de todas formas conocen por tu IP), pero si puedes hacerlo a la hora de definir los gustos personales. Razoné que si te gustan todas las peliculas, todas las músicas, todos los libros, el algoritmo tampoco sabría bien quien eres.
No sé si el truco funcionó. Porque no volví a usar FB durante años. Ni Linkedin. Twitter no sabía ni como se deletreaba.
Podría buscar mil referencias a los problemas de Privacidad que existen con las redes sociales. Para qué usan la información y cómo te afecta. Este artículo de LegalToday es de 2009, y vale como si fuera escrito ayer.
Pero cuando desarrollas un proyecto como el que hemos hecho con DocToDoctor, todo el mundo insiste que es vital exponerlo en las redes sociales y crear ruido. Tengo mis dudas.
Y para hacer ruido hay que tener contactos. Lo que te obliga a reactivar perfil en FB, en Linkedin, y abrir cuenta en Twitter. Y aportar contenidos originales para compartir e invitar a sucesivas oleadas de amigos y conocidos a conectarse. Quizá por pudor y vergüenza torera no he querido «empujar» la página profesional a mis conocidos sino desde mi página personal….. lo cual implica que FB ya ha mapeado todo el universo que me rodea.
Y no hay vuelta atrás. Sé que aunque cierre la cuenta, a quién conozco y qué me gusta estarán registrados hasta mucho después del fin de mis días.
Esta dicotomía, la duda de si seguir o no con una red social activa, supongo que le surgirá a todas las personas conscientes del problema de la Privacidad, que es la que estará leyendo este artículo.
¿Qué estrategia de #Privacidad seguir entonces? La única efectiva es borrar tu cuenta de Facebook, Linkedin y Twitter, aunque lo tienen de tí no lo van a borrar.
Si no lo puedes eliminar, se me ocurre:
Recomendaciones