Es difícil valorar si es mera ilusión provocada por la corta existencia de una vida humana individual, pero dá la impresión que La Era de la Información ha generado una #Aceleración-de-la-Historia.
Cada semana se hacen públicos diferentes “Progresos” en el campo de la #Inteligencia-Artificial que van abriendo nuevos campos de actuación a una velocidad tal que mantener la #Perspectiva-Global no es que sea difícil, sino heroico.
Esta semana han surgido dos “noticias” sobre realidades que llevan tiempo ocurriendo.
1. Un artículo de Cristopher Mims en el Wall Street Journal (tras pasarela de pago), referenciado en SlashDot.org, describe como todos los usuarios de tarjetas de crédito (¿en USA sólo?) están siendo examinados en cada transacción por una Inteligencia Artificial que elabora un índice de “Integridad” (trustworthiness en inglés) llamado Sift.
Este Índice Sift es igual que el baremo que realiza cualquier banco cuando vas a pedir un crédito, con la diferencia que es “invisible” para el usuario, que no tiene forma de conocer o acceder a él.
Imagine una situación (absolutamente hipotética) en que paga en una Peluquería Canina que se utiliza para lavado de dinero por una organización mafiosa, o que le duplican la tarjeta para hacer gastos en lugares “poco recomendables”, o que directamente la utilice para pagar el “rescate” de un familiar en un Casino o lupanar antes de ingresarlo en una clínica de Desintoxicación, que también abona con la tarjeta.
Probablemente su Índice Sift quedará contaminado para los restos por actuaciones absolutamente irreprochables pero que un sistema experto sí tendrá en cuenta.
2. El 14 de febrero ZDNet publica que un fallo de ciertas empresas chinas deja al descubierto la existencia del uso de los sistemas de vigilancia que ha permitido construir una base de datos para controlar a la minoría Uyghur musulmana mediante una Inteligencia Artificial diseñada ad hoc. The NYT y un extenso dossier en #TheGuardian unos días antes se hacen eco reciente del problema y que a su vez se basa en un artículo de UyghurHumanRightProject que cita a un vídeo de #TheEconomist que no ví en su día. Los comentarios a este video van todos en el sentido de ¿y porqué hay que irse a China para pensar que ese es el único gobierno que tiene tal proyecto de utilizar la #InteligenciaArtificial y el #ReconocimientoFacial para la #Prevención del delito a.k.a. #Vigilancia Indiscriminada de la población?
Existen evidencias de violaciones de los #DerechosHumanos sobre la población Uighurs que el Gobierno Chino ha podido sortear de forma poco ejemplarizante. Este factor es el que convierte a su sistema de vigilancia en un arma contra su propia población.
Minorías somos todos, según se mire.
Si combinamos los dos proyectos anteriores, aderezado por lo que sabemos de otros confluyentes, se acortan los plazos para la aparición de una Superestructura de Inteligencia Artifical omnipresente y omnípoda que va a saber todo sobre nosotros y decidir si somos de fiar o no, Su #IAlteza Serenísima a la que deberemos caer bien.
Como comenté en un artículo previo, no podemos quemar los telares para evitar la revolución industrial.
Lo que debemos tener muchísimo cuidado es en la elección de los gobernantes que van a tener estas herramientas a su disposición. Espero que el lector sepa cómo se fraguó el ascenso al poder de Lenin o de Hitler para saber que no se puede votar “para que aprendan los políticos”.
Los votos por despecho o anti-sistema puede que sólo sirvan para poner en manos de los #Peores la herramienta más potente de control social que haya existido jamás.
¿Se imagina a Trump en el poder “para siempre”? ¿O a Farage, Melenchon, Salvani, Abascal o Iglesias?
Es posible que la experiencia de Venezuela con Chavez-Maduro le parezca imposible de replicar.
Yo que usted no me fiaría.
No vayamos a derrocar reyes para que se impongan dioses.