Muy buen artículo hoy en El Confidencial titulado El Arma Secreta de las Empresas Tecnológicas, parafraseando un artículo de octubre de 2018 en Quartz.
El artículo describe como a medida que un sector se concentra en pocas empresas, estas comienzan a exprimir tanto a clientes como proveedores, de forma que la empresa gana mucho más dinero en detrimento del común.
El sector sanitario está expuesto a los mismos factores, tanto por las empresas farmacéuticas respecto al precio de los medicamentos como las empresas de dispositivos por el precio y características de estos (por ejemplo la desechabilidad), pero sucede lo mismo con las Mutuas Sanitarias.
Los médicos y el resto del personal sanitario no hemos “puesto en valor” nuestra imprescindibilidad, por falta de homogeneidad en los objetivos. Nos encontramos así percibiendo por nuestro trabajo sueldos que no son de clase media cuando el resto de las instancias sanitarias están ganando más dinero que nunca.
Insisto en un razonamiento claro: liberalismo no implica capitalismo salvaje. Debemos protegernos de los monopolios.
Es perfectamente posible una economía sostenible y ética. Pero hay que luchar por ella. No nos la van a regalar.